Cómo impulsar la resiliencia ante la adversidad global

Cómo impulsar la resiliencia ante la adversidad global

Desde que empecé a estudiar la resiliencia, una pregunta ha guiado siempre el trasfondo de toda mi investigación: ¿Cómo impulsar la resiliencia?

De ahí que mis pasos se hayan encaminado hacia la búsqueda de un método sintético que pueda ser aplicado en múltiples entornos y circunstancias, un modelo holístico. Para ello, no solo estudié diferentes perspectivas y metodologías aplicadas a la resiliencia, sino que también quise ahondar en el significado profundo del holismo como filosofía de la ciencia, de la mano de su creador Jan S. Smuts. Me quedé fascinada por su pensamiento tan profundo e innovador, sin duda como le comentó el propio Einstein en una carta, se había adelantado un siglo a su propia época.

Recuerdo bien un momento específico mientras realizaba la tesis doctoral en donde parecía que nunca iba encontrar la manera de dar orden y sentido a la innumerable lista de factores de resiliencia y de no resiliencia que tenía ante mí, aunque era muy consciente de que debía existir un nivel más elevado en donde se dieran las sinergias y las interconexiones de las hablaba Smuts en su libro de 1926.

Una noche me desperté de madrugada y tuve mi momento Eureka, ante mí se me presentaron, con una claridad reveladora, tres aspectos básicos que los distintos factores tenían en común. Di un salto de la cama y fui rápidamente a mi estudio para dibujar el esquema en la pizarra. Eran tres elementos interconectados que alimentaban los procesos de resiliencia, los que los dotaban de energía para movilizarnos y así poder superar las dificultades y adversidades. Todos los factores de resiliencia estaban relacionados con esos tres aspectos primarios, que quise llamar energías resilientes (aunque soy consciente que esa denominación no siempre es bien entendida): la energía de relación o conexión, la energía de aprendizaje y la energía creativa.

Pero su utilidad va más allá de ordenar los distintos factores atendiendo a si sirven para promover esos aspectos sino, mucho más importante, como base de partida para generar programas de resiliencia adaptados a cualquier circunstancia adversa. En los últimos diez años he visto como se han podido desarrollar con éxito tanto en el mundo de la educación, la sanidad, las empresas o en circunstancias personales específicas.

Este modelo holístico también se podría aplicar a la adversidad actual que nos afecta a todos en múltiples niveles. Nos puede ofrecer una guía rápida sobre aquello en lo que nos podríamos concentrar para generar resiliencia tanto a nivel personal como social. Así ante la actual
pandemia y sus consecuencias negativas, las tres energías resilientes se concretan en las siguientes acciones: Apoyar/Cuidar + Aprender/Enseñar + Crear/Actuar.

Por tanto, todo lo que podamos hacer por pequeño que nos parezca que contribuya a desarrollar cualquiera, o varias, de las acciones señaladas estará alimentando el proceso de resiliencia que nos hará salir fortalecidos y mejorados de esta adversidad común a la que nos estamos enfrentando.

En las siguientes entradas de este blog iré desarrollando aspectos concretos de este modelo. Entretanto, no te olvides de aplicar la fórmula:

2 comentarios en “Cómo impulsar la resiliencia ante la adversidad global”

    1. Muchas gracias. Sí que hay distintos puntos de vista y para mí es una consecuencia de la profundidad y riqueza que tiene el tema. Casi todos comparten la esencia, la superación de las adversidades y difieren en el análisis o las metodologías para promover la resiliencia. Pero desde mi perspectiva, todo suma.

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